te hablaría del adiós, de los adioses forzados, de la pena que no acaba
del no ir, del no quedarse, del no poder
y a veces eras un trozo de hielo, y yo rompiéndome
te hablo de lo que odio y de lo que no
pero no me escuchas
te hablo del alma, que grita
No hay comentarios:
Publicar un comentario